Tapas de toda la vida reinterpretadas originalmente por el chef Juan Pablo Barila, muy rico.
Es un local pequeño con un ambiente íntimo y acogedor por su decoración e iluminación.
Es un buen sitio para tomar tapas rollo creativas (esta bien para cenar ligero) y después unos Gin-Tonics, copas, o cócteles en la zona chill out.
Algunas de sus raciones son; mini hamburguesas de pollo y foie con compota de tomate, maki sushi cañí, croquetas de la abuela Lola, huevos rotos con morcilla y piñones, berenjenas fritas con salmorejo cordobés,...de 8 a 10€ cada una(con 3-4 para dos personas suficiente). Visita su web para ver el resto.